miércoles, 16 de febrero de 2011

¡Auxilio! ¡Quiero hablar con un ser humano!

Hace unos quince o veinte años comencé a anunciar el oráculo de que llegaría un tiempo que las comunicaciones se iban a modernizar tanto que hasta en las iglesias nos iban a confesar por sistemas de grabación. Me imaginaba que llamaría a la iglesia y que me saldría algo como: “-Usted ha llamado a la parroquia San Antonio de Padua… si desea comunicarse con el padre Felipe, marque el 1. Para escuchar el horario de las celebraciones, marque el 2. Para acceder al sistema de confesión automática, marque el 3…”.

En Estados Unidos he podido escuchar ese tipo de grabación en las iglesias y me he reido de mi propia ocurrencia hecha realidad. Lo que yo no sabía era que alcanzaríamos un punto en que eso pasaría tal como lo pensaba y que sería, prácticamente imposible hablar con alguien cuando se llama a alguna empresa grande de servicios. El otro día intenté hablar con un operador de una compañía de telecomunicaciones, únicamente para tener información sobre un trámite, y pasé casi quince minutos en conseguir un representante que por teléfono me diera las informaciones que necesitaba. ¡Por favor!, ¡quiero hablar con un ser humano!

El colmo es que el otro día apareció la siguiente noticia en el portal de Aciprensa: “Vaticano rechaza uso del Iphone para confesión”. ¡Imagínense! Según el artículo, una empresa creó una aplicación para iPhone, iPad y iTouch llamada “confession”, la cual es promocionada como ayuda para preparase para el sacramento de la Reconciliación, “con preguntas incluso íntimas sobre actitudes y acciones personales”, dice el artículo. Algunos medios de prensa hasta decían que con la mencionada aplicación iba a ser posible confesarse utilizando el teléfono móvil.

Afortunadamente la respuesta no se hizo esperar cuando el representante del Vaticano expresó que para el sacramento se necesita la “relación de diálogo personal entre el penitente y el confesor y la absolución por parte del confesor presente" y que “el diálogo personal entre el penitente y el confesor no puede ser substituido de ninguna manera, por cualquier aplicación informática" y por tanto "de ninguna manera se puede hablar de ‘confesión por iPhone'".
Les invito a leer el resto del artículo que salió el 9 de febrero de 2011 en http://www.aciprensa.com/

Mi opinión es que nada sustituye el calor y el contacto de las personas. Nada se compara con crear un ámbito relacional en el cual se interactua con otros seres humanos. Ojalá que eso no lo perdamos ante el bombardeo de las BlackBerry, iPhones, e-mails, etc.. porque si no, al Señor que nos agarre confesados.

No hay comentarios: